Mientras tenemos un intervalo en las fiestas y todo, y estamos todavía en pleno invierno, además sufriendo la crisis y las antisancciones de nuestro gobierno en Rusia, ahora es mano preparar esta ensalada típica de la cocina rusa, que nos aporta ciertas cantidades de vitaminas y minerales y tiene un aspecto muy bonito y vivo de colores. Y sobre todo, sus ingredientes son las únicas verduras y hortalizas que podemos encontrar siempre en todas las tiendas o mercados durante todo el año. Está algo parecida a la ensaladilla rusa, pero tiene muchas diferencias, siendo una ensalada vegetariana. Es curioso, pero contrariamente a su nombre no lleva ningún vinagre ni salsa vinagreta, como lo veis a continuación.
Para prepararla necesitamos:
Patatas medianas 4 uds
Zanahorias grandes 2-3 uds
Remolachas grandes 3-4 uds (habitualmente cojo la cantidad más o menos igual a la de las patatas y zanahorias en conjunto, pero podéis ajustar las cantidades a vuestro gusto)
Cebolla morada o normal (creo que cebolla dulce de Fuentes de Ebro sea mejor de toda) 1-2 uds
Pepinillos en salmuera 3-4 uds (si no los encontréis, se puede utilizar los de vinagre, pero entonces los que son de sabor anchoa valen mejor)
Aceite (o mayonesa, según un gusto)
Sal, pimienta negra a vuestro gusto
Primero hay que cocer las patatas, zanahorias y remolachas (si son crudas, es que en España las venden ya cocidas). En Rusia solemos coser hortalizas para ensaladas sin pelar y enteras (así conservan más vitaminas y salen más cómodas para manipularlas), y luego las enfriamos y pelamos. Luego cortamos todo a daditos pequeños (cuanto más pequeños serán los trocitos de hortalizas, tanto más rico hubiere sido el plato). Las patatas…
las zanahorias…
las cebollas (en este caso yo tenía las dos variedades)…
los pepinillos en salmuera (en Rusia se venden en frascos de cristal o en tarros de plástico)…
las remolachas, luego mezclamos y salpimentamos el plato (teniendo en cuenta que los pepinillos ya llevan ciertas cantidades de la sal), y todo junto con aceite.
En Rusia para la ensalada Vinegret utilizamos el aceite de girasol no refinado, que huele a las pipas de girasol, pero el aceite de oliva AOVE puede cambiarlo perfectamente. Pero a mí me gusta también el Vinegret aliñado con la salsa mayonesa.
Os he mostrado una receta básica y tradicional del Vinegret, pero también frecuentemente esta ensalada lleva un chucrut, es decir las coles fermentadas. Por cierto, el señor Olivier inventó su ensalada rusa reuniendo en un solo plato las verduras crudas, cocidas y marinadas, y así provocó un tipo de la revolución gastronómica. De esa manera podemos añadir a la ensalada Vinegret cualquier ingrediente a nuestro gusto, por ejemplo un tallo de apio, una manzana verde, un huevo duro, unos guisantes de lata, alcaparras u otros encurtidos, anchoa de lata o boquerones en vinagre, etc. Y por supuesto también podemos aliñarlo con vinagre pese a que la receta tradicional no lo contiene. ¡Buen provecho!
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