Poco a poco llega la primavera a nuestra tierra. Las noches todavía presentan las temperaturas bajo cero, pero durante el día sale el sol y calienta el aire hasta unos +5 – +10 grados centígrados. La nieve que cubría todo el suelo con una capa gruesa ya empezó derretirse, y en las calles de la ciudad casi se derritió. Pero no es así en los parques y bosques. La capa de la nieve todavía se mantiene y alcanza un grosor de un medio metro. Las superficies de las sendas peatonales tienen un aspecto del granizado.
En un extremo este de Moscú hay un Parque nacional de la naturaleza que se llama «Losiny ostrov», es decir «La Isla de los Alces», o más bien «La Ínsula de los Alces», por analogía con la Ínsula Barataria en Alcalá de Ebro, debido a su origen antiguo y a un hecho que tampoco es una isla sino un territorio en pleno campo. Es el primer parque nacional en Rusia y se presume que es un bosque más grande de Moscú y un bosque más grande que está situado dentro de una ciudad. Además ocupa el cuarto lugar en el mundo entre los parques nacionales por su superficie, que es unos 116 kilómetros cuadrados.
La mayor parte del parque presenta el bosque, la tercera parte del cual está dentro de los límites de la ciudad de Moscú. También incluye dos ríos pequeños, unos arroyos y ciénagas, lagos y estanques y varias calles que más parecen a unas veredas que van a través del bosque. Sus territorios interiores son reservados y con un acceso restringido, aunque los exteriores sirven para el descanso, deportes o paseos de todos. Tengo suerte de vivir al alcance de unos pasos de este lugar muy agradable (aunque en invierno mucho menos, de verdad). Y ayer iba por el bosque con mi familia tomando las fotos.
La mayoría de su territorio tiene un aspecto de un bosque salvaje.
Ahora, a finales de marzo, aquí todavía corren los esquiadores. Por cierto, los niños esquian aquí también cuando tienen sus clases de la Educación Física.
La historia de la Isla de los Alces se remonta hasta al siglo XV y desde la antigüedad estas tierras servían de cotos de caza para los zares y príncipes rusos (Iván el Terrible entre ellos), que cazaban aquí de osos pardos, aunque siempre aquí se mantenía un régimen del territorio reservado. Ahora osos no habitan aquí, pero ardillas, erizos, ratones de bosque, ranas y lagartijas, serpientes, liebres, jabalís, castores, ciervos sica y muchos otros animales y aves son abundantes. Y justificando su nombre, el parque posee un gran número de alces, los auténticos gigantes del bosque.

Foto de Wikipedia
Verdaderamente es fácil de encontrar a un alce o a un grupo de estos animales, sobre todo en esta época del año, porque van por todo el bosque en busca de alimentos, que en invierno y primavera constituye la corteza de los árboles, incluso los árboles caídos bajo el peso de la nieve. Pero ayer no tuve tal suerte y encontré sólo sus huellas.
Los árboles más comunes en el parque son algunos coníferos como abeto y pino, y los árboles de hoja caduca como tilo, roble y el más frecuente – abedul.
Sin duda, en verano son más bonitos.
El abedul es uno de los símbolos más característicos de la naturaleza rusa. La corteza de abedul de antaño sirve para elaborar la artesanía a su base.
Normalmente son unos joyeros, adornos o recipientes que se llaman los tueces.

Foto de Wikipedia
En la antigüedad la corteza de abedul se utilizaba como material para escritura. En Rusia habían encontrados los antiguos documentos escritos en la corteza de abedul que tienen un gran valor histórico y ahora están examinándose por los científicos y se guardan en museos.

Foto de Wikipedia
También el abedul tiene muchos usos medicinales, y tradicionalmente las escobas compuestas de ramillas de este árbol se utilizan en el baño ruso de vapor. La gente que toma el baño se fustiga su cuerpo con esas ramillas para mejorar la circulación sanguinea, abrirse los poros de la piel y dejar salir los productos del metabolismo de manera sana y natural (como se cree entre los amantes de esta actividad).

Boris Kustódiev. «La Venus rusa». Foto de Wikipedia
Y su otro uso es el consumo de la savia de abedul. En Rusia normalmente se recolecta en abril, cuando después del invierno los árboles se despiertan y su savia empieza circular por sus conductos, acumulando ciertas cantidades de azúcar, pero antes de la aparición de las hojas.

La recolección de la savia de abedul. Foto de Wikipedia
Es una bebida muy típica de Rusia y normalmente se llama el zumo de abedul. Lo producen de manera industrial en las cantidades considerables y venden en botellas o en Tetra Brik. Este «zumo» tiene un sabor ligeramente dulce y muy fresco, pero no muy característico.

Foto de Wikipedia
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¡Muchas gracias por pasar por aquí comentando! ¡Un saludo!
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