La belleza siempre atrae a las personas que se han dedicado a un mundo de artes o escritura. Y a veces ciertos poblaciones se convierten en unos refugios de artistas y poetas. Conozco dos lugares de este tipo, uno en España y el otro en Rusia. Son Koktebel en la República de Crimea (a mí me da igual si sea un territorio ruso o ucraniano, son las cosas de la política) y Altea en la Costa Blanca española. Tuve la ocasión de estar en ambos lugares dentro de un plazo menos de un año, y a continuación voy a mostrárselos y a contaros un poquito sobre ellos: en español y en ruso.