Un baile con lágrimas ocultas tras sonrisas


Hay un programa en la televisión rusa que se llama «La edad de hielo». Pese a su nombre no nos cuenta de los períodos glaciales ni nos muestra dibujos con ardilla prehistórica acosando su bellota. Posiblemente recordéis un programa de La 1 y luego del Telecinco «¡Mira quién baila!». Pues la versión rusa es algo parecido y a la vez auténtico, porque los participantes bailan no sobre el suelo, sino sobre hielo.

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La foto desde este sitio.

En mi país los deportes de invierno tienen mucha popularidad, y  el patinaje artístico sobre hielo es uno de los más favoritos. «La edad de hielo» se desarrolla como una competición de varias parejas que consisten de patinadores profesionales y de famosos actores, músicos, cantantes, y frecuentemente los últimos al empezar su participación en el programa apenas saben patinar. Durante toda la temporada los profesionales los enseñan danzar sobre hielo, y todas las semanas las parejas presentan un baile, normalmente siguiendo un tema que cada semana suele ser nuevo. Los «alumnos» aprenden muy rápidamente y muestran muy buen dominio de patines, y lo más interesante es que la actuación de cada una pareja se convierte en un espectáculo muy artístico, emocional e impresionante, cada baile pretende a contarnos una historia completa con su nido, fábula y desenlace como si fuera gran obra de teatro.

La última emisión del programa pasado sábado estuvo dedicado al cine. Es un tema muy interesante y prometedor. Sin embargo, una composición causó polémica a nivel mundial. Se trata de una representación de una obra basada en la película «La vida es bella» de Roberto Benigni. Esta cinta, ganadora de un Óscar, cuenta de una familia italiana que se encuentra en un campo de concentración nazi por su origen judía, y el padre intentando defender a su hijo pequeño del miedo y horror de la realidad pretende que todo lo que pasa es no más que un juego. El protagonista encuentra fuerzas para risas y bromas hasta su trágico final. Es lo que representaron sobre hielo Tatiana Navka, medallista olímpica de oro (y ella es la parte profesional de la pareja) y Andréi Burkovskiy, un actor de cine y teatro de Moscú. Aparecieron sobre la pista de hielo vestidos a uniformes a rayas que estuvieron obligados llevar los prisioneros de los campos de concentración nazis, con estrellas amarillas de David y sin maquillaje. En el principio los compañeros llevan de las manos a su imaginario hijo, lo sientan en una imaginaria silla y interpretan para él una miniatura para entretenerlo. Sus sonrisas y alegría ocultan sus dolores y lágrimas. Y también provocaron lágrimas en la mayor parte de espectadores. Es un baile trágico, la alegría de los actores es ilusiva. No obstante, no todos distinguieron el sentido de su obra, que estuvo criticada en ciertas publicaciones de la prensa occidental y causó indignación entre ciertos políticos en Israel. Para alguien les parecieron importunas las sonrisas en el tema del Holocausto (¿posiblemente, no sepan de qué se trata en esa película?), otros dicen que mencionar este tema es inadmisible en espectáculos de tal tipo, y que nunca bailaron los judíos ejecutados en los campos de concentración.

A mí me parece siempre que las artes de este tipo no requieren ninguna traducción y están comprensibles para todo el mundo sin distinción del idioma de un espectador. En Rusia todavía lo tenemos muy fresco en la memoria lo que se estaba pasando durante años de la Segunda Guerra Mundial. Casi todas las familias rusas, judías (que forman una parte considerable de nuestra sociedad) y de otros pueblos habitantes de mi país perdieron a sus parientes como víctimas del nazismo. Siempre respetamos la memoria de los caídos. «Nuestros hijos tienen que saber y recordar aquellos horrendos tiempos, y espero que nunca los hubieren visto», – explica la patinadora en su cuenta de Instagram. «Esta obra, así como la película, cuenta de que al niño no le dejan ver todos los desastres de la guerra», – cuenta su companiero. «A mí me parece que los criticadores no vieron como la obra de patinaje, tanto la misma película, y sólo al ver la foto con los actores sonrientes vestidos a presos llegaron a una conclusión absurda, por su mal gusto, ignorancia e incultura», – comenta el coreógrafo de la obra, realizador del programa televisivo «La edad de hielo»  y campeón olímpico de plata Ilia Averbúj (por cierto, es un hombre de orígen judío, interesado en este tema). Sin duda, hay cierta diferencia entre el arte menor y el arte mayor, pero en este caso no puedo considerar esta obra como algo de mala calidad.

Os dejo aquí este video a vuestro juicio. En el principio suenan las palabras del protagonista de la película (doblado a ruso) que explica a su hijo «las reglas del juego». El baile dura 3 minutos 40 segundos, luego siguen los debates del jurado.

 

11 comentarios en “Un baile con lágrimas ocultas tras sonrisas

  1. misrubiasyyoblog

    Me ha gustado mucho y el video me ha conmovido .Es importante recordar el horror de esos días durante la época e lis nazis para no olvidar y tener presente q eso no se vuelva a repetir.Y se ha hecho con mucha delicadeza y respeto el video .No entiendo las críticas internacionales.

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