¡Adiós, colegio!


La entrada actual es muy especial para mí. Ahora llega un momento para aclararos el motivo de mi poca actividad en WordPress durante los últimos meses. Mi hijo finalizó sus estudios escolares. En Rusia todo este período está lleno de distintas actividades, como relacionadas con exámenes finales, tanto con fiestas de despedida y mucho más, y fueron las cosas que me distrajeron mucho.  En las siguientes dos fotos está mi hijo en su primer día en el cole hace once años y en su último día en la escuela, hace más o menos un mes, recibiendo de las manos de la directora del cole su título de bachillerato (entre estos días le pasaron muchas cosas, entre las cuales sus cinco años de estudios en España).

Primero, a finales de mayo, en todas las escuelas rusas de ESO y bachillerato normalmente se celebra la fiesta que se llama «El último timbre» o bien «La última campanilla». Todos los alumnos del último curso preparan para este día un espectáculo, mencionando en él a todos sus profesores, con la música, danzas, canciones y chistes sobre la vida escolar. A su vez, los profesores desean a los graduados todo lo mejor, pronunciando buenas palabras de despedida, y aún cantando y bailando para ellos. Uno de los ritos de esta fiesta es un acto del verdadero último timbre, que produce una alumna del primer curso, sentando en el hombro de un chico finalista y tocando la campanilla. Así los dos hacen una vuelta de honor alrededor de una sala o un patio.

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La foto tomada de este sitio.

Luego todos los finalistas de estudios pasan a la siguiente fase: durante el mes de junio tienen los exámenes de graduación, entre cuales hay unos obligatorios y otros a elegir de cada uno según sus planes de la formación posterior. Normalmente son tres o cuatro, aunque mi hijo aprobó los seis, por si acaso. Y si os parece que con eso todo esté acabado, ¡no! Ahora, a finales de junio,  empieza «el segundo acto del Ballet de la Merlaison» (así bromeamos en Rusia cuando se trata de ciertas actividades de larga duración), la parte más emocionante: la fiesta de despedida de la escuela. Primero en un ambiente solemne a los jóvenes entregan sus certificados o títulos de bachillerato (si sacaron las notas suficientes). Luego a los chicos y chicas les espera una gran fiesta. A mí me gusta como se celebra en España: uno trae a la clase una bolsa de las patatas fritas, otro – las chuches, tercero – una botella de un refresco, y a la hora de la fiesta todos se reúnen en su clase o en una sala de actos, o en un patio de recreo, escuchando la música, charlando y todo eso.  En Rusia todo pasa absolutamente al revés. Hace varios años para la fiesta solieron reservar un restaurante o un barco fluvial, o no sé qué más, todo por los precios increíbles. Además las chicas preparan para ese día un vestido de gala muy especial y zapatos de tacones.

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Ahora el gobierno de Moscú concede gratuitamente a los graduados de toda la capital un gran espacio para toda la noche, el territorio del Parque Gorky , donde los jóvenes pueden escuchar la música y sus grupos favoritos en vivo, bailar, charlar, participar en concursos… Todo el recinto durante la fiesta permanece cerrado para las personas ajenas y vigilado por la policía para garantizar la seguridad de los jóvenes.

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La foto de este sitio.

Los fuegos artificiales iluminaron el cielo nocturno durante la fiesta.

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La foto de este sitio.

No sé cómo esta fiesta se organiza en otras ciudades rusas, pero en San Petersburgo ya hace muchos años se celebra el festival de los graduados «Las Velas Rojas» (llamado así con referencia a la novela romántica de Aleksandr Grin). La fiesta consiste de dos partes: un gran concierto en la Plaza del Palacio y un espectáculo teatralizado de luces y fuegos que se desarrolla a flor de agua del río Neva frente a la famosa fortaleza de San Pedro y San Pablo, con participación de distintos barcos. Al ambiente romántico favorece la aparición de un velero con velas rojas, y además la fiesta tiene lugar en el pleno período de las Noches Blancas, un fenómeno característico para las regiones norteñas de la Tierra, que atrae a muchos visitantes.

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La foto de Orion-art, Wikipedia.

Y por fin podemos verdaderamente decir «adiós» a la escuela, a los profesores y a los compañeros. Es un momento algo triste, aunque alegre a la vez. Así empieza la vida aparte del cole. La mayoría de los ex alumnos intenta ingresar a distintos centros de formación superior (los que eligen otro destino normalmente abandonan la escuela dos años antes para pasar a la formación profesional). Las pruebas de ingreso a la universidad son los mismos resultados obtenidos en los exámenes finales, salvo los casos especiales, cuando se necesita aprobar una u otra materia que ofrece un centro elegido. Así que sólo puedo deciros que hace un par de días nació una nueva generación de los estudiantes en Rusia, y entre ellos está mi hijo. Eligió la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas y Naturales de la Universidad Rusa de la Amistad de los Pueblos, que tiene su interesante pasado, presente y, espero, futuro, pero esa es la otra historia. Me queda sólo mencionar que después de todo necesitamos un poco de descanso y dentro de varios días vamos de vacaciones hasta finales de agosto, esta vez, por desgracia, a la otra península. No estoy segura de que voy a publicar algo durante este período, así como leer diariamente a todos, pero al volver os contaré algo interesante (así me parece). ¡Hasta pronto!

 

16 comentarios en “¡Adiós, colegio!

  1. Lord Alce

    ¡Ains, qué majico! Al empezar a leer la entrada, me he dicho que, bueno, como las fiestas de fin de curso de aquí, que en mis años de crío eran una mañana en el salón de actos, con teatro, exposiciones de dibujos, actuaciones, disfraces… incluso alguna mesa que otra con aperitivos.
    Pero luego la cosa se ha ido excediendo tras el «toque de la campana»… Bailes toda la noche! Policía vigilando! Fuegos artificiales! Un fiestón en toda regla comparable a las presentaciones en sociedad que las familias pudientes celebran por estos lares, o como los bailes americanos… aunque más masivo en San Petersburgo, por lo que muestras.
    En fin, muchísimas felicidades a tu niño, que ya es todo un hombrecito 🙂
    PS: De siempre me ha encantado recitar la lista de cambios de nombres de San Petersburgo a lo largo de la historia, es todo un desafío de geografía política 😉

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    1. vozdemoscu Autor

      ¡Muchas gracias, Luis!
      Verdaderamente, has captaste todo el sentido que intenté dar a mi entrada ocultando algo entre renglones. 😀 Que en Rusia muchas cosas hacen a gran escala, con pompa (y no quiero decir «hacemos», porque nunca he comprendido eso). Posiblemente, una de las razones es que durante mucho tiempo tuvimos muy pocas fiestas sin relación con la ideología en Rusia: sólo la Noche Vieja y fiestas familiares. Así esas fiestas de despedida del cercano pasado parecían más a unas bodas por su escala, solemnidad (y según los precios que gastaban los padres de los niños). Por lo menos, ahora nuestro gobierno nos ha ofrecido algo diferenre, y no está mal. Además he olvidado mencionar que antes de ir en autobuses al Parque Gorky para la fiesta nocturna, los jóvenes tuvieron una cena en la escuela, y para eso invitamos un restaurante móvil de «catering», y fue lo único por lo que pagamos los padres, y no muy poco según los precios en Moscú. Y en este caso, según ideas de la mayoría de padres, no fue posible contestarse con aperitivos o pizzas. 😀 😀 😀
      En cuanto a San Petersburgo, eso sí. Por esos cambios pasaron muchas ciudades en Rusia del siglo XX, pero San Petersburgo, siendo en sus tiempos la capital del país, ha sufrido mucho más de ellos. La geografía política – suena muy exacto. 😀

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