¡Hola a todos! Pido vuestro perdón por un largo intervalo desde mi última entrada debido a varias razones. Ahora vuelvo con varias imágenes que he traído desde un viaje al norte de Rusia hace varios años. Con motivo del Día de los Museos, celebrado el jueves pasado, y de la Noche de los Museos, que se espera este fin de semana, voy a presentaros un museo ruso muy especial. Se trata de Kizhi Pogost, que está situado al aire libre, en la isla Kizhi en el lago Onega en la República de Carelia, Rusia. Es un conjunto arquitectónico de gran valor artístico que contiene edificios exclusivamente de madera. Desde 1990 está incluido en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, señalando entre otras cosas: «Estas inusuales construcciones, en la que los carpinteros crearon una audaz arquitectura visionaria, perpetúan un antiguo modelo de espacio parroquial y están en armonía con el paisaje que las rodea».
Al mismo tiempo que se empezó el Año Dual del Turismo España – Rusia, se cerró el Año de la Lengua y Literatura españolas en Rusia y de la Lengua y Literatura rusa en España. El objetivo de dicho Año era promover el conocimiento mutuo de la lengua y cultura de los ambos países. Viviendo los últimos dos años en Moscú puedo constatar sólo una consecuencia de esta iniciativa, la inclusión oficial del español como lengua en las Olimpiadas escolares en Rusia. Pero sea como sea, el conocimiento de la literatura y cultura no depende de los años especiales, y nada nos impide leer y conocer las cosas interesantes siempre y sin parar.
Entonces hoy voy a contaros un par de palabras sobre uno de los más enigmáticos escritores de la literatura rusa de la primera mitad del siglo XX.