Que no triunfe el mal…


¡Muy buenas a todos!

Mi entrada de hoy es algo insólita, porque pretende a ser una reseña, aunque no estoy acostumbrada a crear reseñas. Mejor dicho no debería llamarla así, pero sea como sea, la os dejo aquí.

Hace tiempo leí un libro “La sombra dorada” de Luis M. Núñez, más conocido en nuestra comunidad de Word Press como Lord Alce. Es una novela de fantasía épica, y de hecho, tengo poca experiencia en este tipo de lectura. Poca experiencia, pero muchas ganas de seguir leyendo, eso sí. Empecemos con la sinopsis de la novela.

portadafinal.png

Sinopsis. Tiempo atrás, en el momento más oscuro de la humanidad, el dios de la luz de oro fue derrotado y su nombre quedó en el olvido para todos, excepto para aquellos que siguieron siéndole fieles.
Pero ahora ha regresado y se cierne sobre un mundo que no es capaz de imaginar la marea de muerte que está a punto de desatar, pues es el enemigo de todo lo vivo y desea reinar sobre huesos blanqueados.
Esta es la historia de la batalla desesperada contra Abaven.
Esta es la historia de quienes se alzaron contra él.

Lo primero que quería deciros es que la novela se lee de un aliento, siempre despertando a un gusanillo que te pica hasta el final para saber que va a pasar con los personajes y con la situación descrita en el libro.

Lo que más me ha impresionado, es que el autor nos presenta una paleta completa de su mundo inventado. Este mundo guarda ciertos rasgos medievales, cuando, por un lado, la humanidad todavía no ha logrado el progreso técnico propio de los tiempos más avanzados, aunque, por otro lado, ya ha conseguido cierta estatalidad, convivencia, sabiduría. El principio de la historia contada por Luis M. Núñez nos lleva en una pequeña ciudad fronteriza en un extremo de un reino lejano, donde la vida cotidiana pasa lenta y rítmicamente y en cual se reconoce algún u otro pueblo español, con su plaza del ayuntamiento, con su indispensable bar como un nervio central para los vecinos y con otras cosas que forman un aspecto de cualquier lugar.  Este mundo no se limita con una ciudad o un reino: se extiende desde los bosques de árboles robustos del norte continental hasta desiertos sureños y pueblos costeros  del oeste, por prósperas capitales de unos reinos e imperios y por ciudades comerciales, por pueblos y  granjas de tierras remotas, y lo único que me faltó leyendo la novela, fue un mapa de este maravilloso mundo.

El peligro que amenaza destruir totalmente ese mundo llega con un aspecto horrible y metafórico, como quintaesencia de todo el mal de siempre. Lo más triste de esa historia es que nos da la sensación que no haya remedio para soportarlo y toda la lucha vaya a ser inútil y perdida.

En cuanto a personajes, hay que mencionar que son muchísimos y presentan todas las clases sociales, desde las más humildes como esclavos hasta las más poderosas como emperadores. Y que me impone mucho, son vivos, tienen sus propios sentimientos y emociones, realizan hazañas y cometen errores, aman y odian. Hombres honrados y mujeres valientes luchan codo a codo y en muchas ocasiones mueren. Una frase de la boca de Serena, la Consejera Militar del Imperio Vetero, se me grabó en mi mente: “No me parece justo que alguien, casi un niño, tenga que arriesgar su vida antes de haber conocido lo que esta puede darle”.

Sería complicado nombrar protagonistas de este caleidoscopio de imágenes, pero entre todos los personajes quería destacar a una figura de Baako, el líder de los esclavos rebeldes. Es un personaje que me ha impresionado mucho, sobre todo por su triste historia familiar. A quien se podría nombrar un verdadero protagonista, es el narrador llamado Necto que aparece a lo largo de la narración contando a un grupo de jóvenes lo sucedido con el mundo naufragado, y sólo en el final nos llega la comprensión de el por qué y para qué lo había hecho. El final de la novela deja posibilidades para que el autor la continúe, y por más que desalentado sea, lleva esperanza. La esperanza que tanto necesitamos todos.

18 comentarios en “Que no triunfe el mal…

  1. Israel

    Muy bien!! Cada vez mejor el castellano, y tu reseña invita a leer el libro (todavía no lo he hecho, pero todo llegará)
    Es muy de agradecer el hecho de hacer una reseña, y más cuando se suma el esfuerzo de no hacerlo en la lengua materna. Seguro que a Luis le va a encantar!
    Un abrazo, o mejor dos que seguro que ya hace frío por allá!

    Le gusta a 4 personas

    Responder
    1. vozdemoscu Autor

      ¡Muchísimas gracias, Israel! Tus palabras me dan mucho calor, así como los dos abrazos, ayudándome soportar el frío y todo. 🙂
      En cuanto al castellano, estoy puliéndolo preparándome para el examen de DELE del Instituto Cervantes (y por eso mi blog se queda algo abandonado las últimas semanas). Espero que vaya progresando poco a poco.
      ¡Otro abrazo de vuelta para ti!

      Le gusta a 3 personas

      Responder
  2. Lord Alce

    Como siempre que leo una reseña de mi novela, lo primero es darte efusivamente las gracias. Máxime cuando señalas que te ha gustado y que realizas una crítica muy favorable. Asi que insisto: gracias, en serio.
    Y, por supuesto, está la otra forma de agradecer que hayas gastado tu tiempo en leer y comentar «La sombra dorada»: procederé a escribir un relato, como he hecho con quienes me han reseñado, que, además, llegará a tiempo para ser incluida en la «edición aumentada y corregida» que sacaré al mismo tiempo que la segunda parte, «Resurge la plata». En la que, espero haber conseguido al escribirla, en efecto la esperanza es el motor fundamental del texto.
    ¡Un abrazo enorme!

    Le gusta a 2 personas

    Responder
  3. Lord Alce

    Reblogueó esto en Lord Alce lee y escribey comentado:
    Nuestra compañera Yulia, del blog «Voz de Moscú», en el que, por cierto, hay interesantísimas entradas sobre todo de carácter histórico y etnológico de la Madre Rusia, ha reseñado mi novela, «La sombra dorada», con gran mimo y cariño. ¡Y a tiempo para que le dedique, mañana mismo, un relato que entrará en la edición ampliada y corregida de la novela! 🙂

    Le gusta a 1 persona

    Responder
  4. Pingback: La sombra dorada: La caída del coloso | vozdemoscu

Deja un comentario