Hoy la Iglesia Ortodoxa en Rusia celebra la Epifanía. Es la fiesta religiosa que está dedicada al bautismo del Jesucristo y en Rusia tiene ciertos rasgos especiales. En vísperas de la fiesta los clérigos bendicen el agua en las iglesias y después de la misa los creyentes la cogen a casa para beberla o para lavarse con ella. Además en Rusia se ha hecho una tradición de meterse al agua de los ríos y lagos y en ocasiones a una pila grande bautismal colocada en unas plazas al aire libre. Normalmente estas fechas coinciden con las heladas más fuertes del invierno aunque este año la naturaleza está favorable a los que piense seguir la tradición del bañismo invernal, con las temperaturas que no superan unos 10 grados centígrados bajo cero. Pese a eso, esta época del año en la Rusia central y del norte se caracteriza por existencia de una capa muy gruesa de hielo sobre las superficies de todos los depósitos naturales de agua, y para los bañistas se cortan los claros en el hielo de los ríos y lagos. Uno de los más auténticos baños de invierno se desarrolla en un Monasterio de la Nueva Jerusalén a unos 40 kilómetros de Moscú en la dirección noroeste. A continuación voy a mostraros este recinto amurallado de belleza singular (aunque las fotos que tengo están tomadas en verano hace unos años, y desde entonces el lugar sufrió varios cambios por estar en el proceso de la restauración hasta finales del año pasado).
El Monasterio de la Resurrección de la Nueva Jerusalén estuvo fundido en 1656 por Nicon, un Patriarca de Moscú y toda Rusia (es un título del jerarca superior de la Iglesia Rusa). Su objetivo fue recrear en Rusia un complejo de lugares sagrados de la Tierra Prometida, para facilitar y sustituir la peregrinación a Palestina que pueda ser más peligrosa en su tiempo. Para eso fueron traídos a Moscú planos y modelos de la iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén. Los nombres de las aldeas vecinas estuvieron sustituidos por los nuevos, evangélicos, mientras una colina cerca del monasterio recibió el nombre del monte Tabor por la semejanza de su configuración con el monte homónimo palestino. Tras las puertas del monasterio se extendió el jardín de Getsemaní (en la actualidad se ha convertido en un simple parque con un museo de arquitectura de madera).
Allí, fuera del recinto amurallado, está un eremitorio del patriarca Nicon.
El conjunto arquitectónico está situado a la orilla del río Istra, aunque a su paso por aquí el río se llama Jordán. Es interesante que normalmente este río no se cubre con hielo en invierno gracias a muchas fuentes que brotan bajo sus aguas. Así toman sus baños de la Epifanía los creyentes.

Foto de este sitio.
Esta arquitectura, con esos resabios bizantinos influenciados por las corrientes artísticas que fluyeron desde el este con el paso de los siglos, sencillamente me parece una de las más hermosas para la construcción de edificios (religiosos casi todos como son, obviamente, por motivos que no vienen al caso)
Preciosas fotografías 🙂
PS: Lo de moscovitas bañándose en aguas heladas es un clásico, aunque todos los años nos lo quieran vender en las noticias como «novedad» 😀 😀 😀
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¡Muchas gracias, Luis! La arquitectura como esa a mí también parece hermosa, aunque la de mudejar me gusta más de todas. Y la gótica también.
No supe que todos los años veis a los bañadores de invierno, jajaja. Aún para mi es algo exótico, porque no pienses que en Rusia toda la gente se baña en aguas heladas. Por ejemplo, yo nunca, aunque hace años me bañé a principios de noviembre y en abril, cuando ya no hay hielo, pero la temperatura del agua no se diferencia mucho de la del invierno. Y siempre me meto al agua en España cuando estoy cerca del mar, en cualquiera época del año, 🙂
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Cierto, la mudéjar es para quedarse con la boquita abierta, esa fusión de elementos propios de los templos cristianos con elementos andalusíes es maravillosa.
¡Anda que no hace tiempo que no veo el mar yo, por cierto!
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¿Y no vas a la «playa aragonesa» de Salou? 🙂
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Jurjurjur… Eso me recuerda que Aragón tiene un par de colonias en la península: una en la costa, como bien dices, y otra en el interior, en Soria (¿sabes lo que se dice al respecto?)
Pero no, hace muchísimos años que fui a Salou… y solo una vez 🙂
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Entonces… tienes tus razones para eso. Pero es interesante lo de la colonia de Aragón en Soria. Voy a buscar la información. Por desgracia, pese a nuestros múltiples viajes por toda la península, nunca fuimos a Soria, siempre nos ha parecido que ya tengamos las posibilidades y Tiempo para eso.
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Bueno, los sorianos dicen que es al revés: que Zaragoza es colonia soriana. Este es uno de esos casos de gallina/huevo (¿qué fue antes?), que hace referencia a la gran cantidad de sorianos que vienen sobre todo a la Universidad a estudiar.
No veas las risas que me echaba con un compañero que tuve soriano al respecto 😀
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¡Qué interesante! Ya sé que para estudiar todo el mundo va por las universidades vecinas donde hay plazas para ciertas especialidades. Por ejemplo, conozco a maños que se estudiaron en Pamplona. Pero veo que el caso de Soria es algo muy especial. 🙂
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Muy interesante tu reportaje, me ha gustado mucho el estilo de los te,polos y también de la muralla del recinto. Pero, que valor hay que tener para meterse en el agua tan fría!! Saludos,
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¡Muchas gracias, Francisco, por comentarme! Me alegro mucho que te gusta lo que hago. El lugar es muy bonito de verdad. Y eso de meterse en el agua en invierno, eso sí, pero si lo hagas, podría ser que te gustaría. 🙂 Saludos cordiales.
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Quizás lo pruebe algún día. Saludos !
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Que edificios tan diferentes! y que curioso lo del baño en las aguas heladas!! Te esperamos en nuestra nueva web : http://www.travelsupervisors.com !!!!
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¡Muchas gracias por comentarme y por pasar por aquí! La arquitectura sí es diferente, de estilo bizantino aunque es muy típica de Rusia desde la antigüedad (aunque en este caso se trata de una réplica del Templo del Santo Sepulcro de Jerusalén, creo que antes de su última reconstrucción). Vuestro blog lo estoy siguiendo, siempre lo leo y me gusta mucho (hasta que he votado por él en el Blogger Awards 2016). 🙂 Saludos
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